Mr Phuy

Alemania 0, Costa de Marfil 1.
Junio 6, 2006.
M�nich.
Inauguraci�n Alemania 2006.

Las ceremonias inaugurales son odiosas, siempre. El folclor germano que esta ma�ana escenificaron doscientos bailarines habla poco de la Alemania contempor�nea y mucho de la Alemania de N�remburg. Suplir el alzacuello de la diplomacia por la c�pula ensangrentada de los halcones peregrinos, que se aman a punta de chillidos.

Era de esperarse; Alemania perdi� ante Costa de Marfil. Lo que sorprende es el flojo rendimiento de Didier Drogba, pese a que hizo nudos en las piernas de los alemanes y logr� la anotaci�n en un remate espeluznante. Est� cansado. En la conferencia de prensa supimos por qu�:

Hace quince d�as, tras el festejo del bicampeonato del Chelsea en la Premier League, Didier se escap� a la finca del abuelo en las colinas de Newcastle, donde se atasc� de bayas, emparedados y tarros de ron. Su presencia atrajo a algunos vecinos y ahuyent� a los par�sitos del s�tano. En agradecimiento, trepado en un armaz�n de c��amo, repar� la chimenea del abuelo con malabares muy suyos. Todo a escondidas de Mourinho.

Que si Mourinho lo pilla le rescinde el contrato, le saca una muela con el desarmador Powerful Pete que lleva en el bolsillo, que ya no se fabrica m�s, y ante la menor queja es capaz de robar al marfile�o una muestra de sangre, decantarla con ayuda de un poderoso microscopio y estropear la helicoide de su DNA para el desprestigio de generaciones.


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Argentina 2, Inglaterra 3
Noviembre 12, 2005.
Ginebra.

Despu�s de muerto, Rom�n Riquelme seguir� aliment�ndose de ayeres y repulsiones, andar� bajo la lluvia como un tipo cualquiera y arrugar� su gabardina en el empedrado h�medo. En vida, dir�n, fue un driblador maravilloso y ocasional, met�a pelotas en el esf�nter de los rivales con un agitar de costillas y lanzaba esos free kick como un sabotaje sobre los porteros, haci�ndoles goles. Y si no les hac�a goles, dir�n, les dejar� dolida la cervical o floja la panza o chueco el karma.

Ser� un muerto feliz, Rom�n, futbolista fam�lico. No abundan los muertos felices y son pocos los que gozan de tal privilegio pese a la dislexia, seg�n reportes de un te�logo forense cuyo nombre y nacionalidad rubricar�n su l�pida. La Teolog�a Forense tiene como objeto de estudio el instante en que los saberes de la ciencia entregan la estafeta a las corazonadas de Dios, siempre que �ste no haga el oso y la deje caer como sucedi� a las velocistas norteamericanas del 4 x 400.

Brasil competir� consigo mismo para ganar el Mundial 2006. En el segundo vag�n se acompa�an respetuosamente Argentina, Francia e Inglaterra, saludando con nervio a un grupo de peregrinos con boleto en mano: Italia, Holanda, Suecia y M�xico. Nota para coleccionistas: por primera vez, Alemania es un polizonte abordo.

A partir de la exhibici�n de ayer en Ginebra, sitio l�cido, Inglaterra se constituye sin saberlo y Argentina enamora, nuevamente. Cierto, falta Ver�n, el archidi�cono bulboso, y Aimar con sus chisguetes ligeros. Pero el vag�n avanza. Javier Zanetti resquebraja los t�mpanos, Carlos T�vez trepa las colinas en una motocross, Javier Saviola siempre adeuda y Hern�n Crespo �hecho de poleas y andamios� es un sacerdote en el �rea rival. No obstante, los argentinos arrastran un duelo de cuatro a�os y siembran toda esperanza en Rom�n, la m�s hermosa de sus gl�ndulas.


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